Raimundo Ramírez de Antón: dos poemes
AYER
Alguien merodeando las ciencias quirománticas
podrá decir que hoy es el día del cenit.
Un sol secuestrador de enlutadas luciérnagas.
Reloj pendicular dormido en los crepúsculos.
Veleta redimida de su dedo interférico
por si culmina el aire en las furias del cosmos
y quedan sucumbidas las rutas cardinales.
Pero yo digo que hoy no es ayer, no es mañana…
Ni tan siquiera, nunca.
Ayer fue el albedrío totalizando estelas
de vislumbres cromáticos. De anémones
rotulados de auspicios siderales.
Nimbo de amaneceres de ostensibles fragancias.
Sombras desvirtuadas con repique de pájaros
de alucinados sueños. Conjeturas y cábalas
de apremios sedicentes voleados al viento.
Potros descabalgados de relincho insolente,
con trombas en los belfos y flamígeras crines,
trotando praderíos de otoñal somnolencia,
amasando en la alcurnia de sus cascos
desguaces de ciriales y tráqueas de campana.
Ayer fue el arco iris de lúminos destellos.
Ayer, la alegoría desbridada, voltaica,
de amotinados ríos rompiendo en las vertientes
del inhóspito páramo. Ayer fue un día azul
de evadidos vilanos arrullando la siesta
al efímero sueño de la sangre.
Ayer fue luz, fue música, fue el alba rutilante
de la consumación. O, acaso, el transito
de un manso atardecer: postrera víspera
presagiando candiles al desvalido insomnio
de la noche impertérrita.
(Antes de ser el alba, 1984)
EL PASAJERO ANÓNIMO
¡Ay, que se va, que se iba
quedando atrás, quedándose,
el pasajero anónimo!…
Sin gozne el girasol,
la femoral sin pulso;
la traslación del rútilo sin hélices,
como un molino desengranado, loco.
Fue en tiempo de silencio.
El búho no mentía
cuando dijo su arenga categórica:
El azul, un vidrial desvecindado,
el viento un apremiante desalojo,
el barro un vil proyecto;
un espantajo sucumbido, el hombre.
Sobre arquitrabes de humo,
el tumulto del mar
trasegando naufragios
de gaviotas heridas y argonautas cadáveres.
Y los peces espada,
en demencial liturgia,
oficiando la orgía ritual
con sus ciriales córneos
y su vaho nauseabundo.
¡Ay, que se fue, que se ha ido
cuando más arreciaba el temporal,
cuando rodaba desmayado el véspero!
¿Quién al filo del alba
demolerá las cúpulas
en que se ahorcan los pájaros?
(Identidad de un son y otros poemas, 1993)
Raimundo Ramírez de Antón (Ocaña, 1917 – Terrassa, 1989)
Va publicar els llibres de poesia Intermedio azul (1949), A contraviento (1963), Trística (1983), Antes de ser el alba (1984) i Identidad de un son y otros poemas (1993).
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